Continuando con esta serie de traducciones del libro «Then Sings My Soul», de Robert J. Morgan, les presento el segundo himno: Be Thou My Vision o, como lo conocemos en español, ¡Oh Dios, sé mi visión! aunque de repente también le decimos «Oh Dios de mi alma», pues porque así dice la primera línea. En el himnario Himnos Majestuosos, que por cierto encontré unos a la venta en Mercado Libre (click aquí) es el número 368, y en el Bautista rojo es el 226. En el «Nuevo himnario popular» y en el «Celebremos su gloria» no viene.
Si no has leído la primer traducción chécala aquí.
Sé tú mi visión
SIGLO VIII
Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Mateo 28:19
Sólo un misionero es honrado con una festividad mundial, y sólo uno es conocido por su propio color distintivo, el verde: San Patricio, por supuesto, misionero en Irlanda.
Patricio nació en el año 373 d. C., a orillas del río Clyde, en lo que hoy se llama Escocia. Su padre era diácono y su abuelo, sacerdote. Cuando Patricio tenía unos 16 años, unos piratas invadieron su pequeño pueblo y quemaron su casa. Cuando uno de los piratas lo vio entre los arbustos, lo capturaron, lo subieron a bordo de un barco y lo llevaron a Irlanda como esclavo. Allí entregó su vida al Señor Jesús. “El Señor abrió mi mente para que tomara conciencia de mi incredulidad”, escribió más tarde, “a fin de que pudiera recordar mis transgresiones y volverme con todo mi corazón al Señor mi Dios”.
Finalmente, Patricio logró escapar y regresó a su hogar. Su familia, llena de alegría, le rogó que nunca más se fuera. Pero una noche, en un sueño que recordaba la visión que tuvo Pablo del hombre macedonio en Hechos 16, Patricio vio a un irlandés que le suplicaba que fuera a evangelizar Irlanda.
No fue una decisión fácil, pero Patricio, de unos 30 años, regresó con sus antiguos captores con un solo libro en la mano, la Biblia en latín. Mientras evangelizaba por el campo, multitudes acudían a escucharlo. Los druidas supersticiosos se opusieron a él y buscaron su muerte. Pero su predicación fue poderosa y Patricio se convirtió en uno de los evangelistas más fructíferos de todos los tiempos, plantando alrededor de 200 iglesias y bautizando a 100.000 conversos.
Su obra perduró y, varios siglos después, la iglesia irlandesa seguía produciendo himnos, oraciones, sermones y canciones de adoración. En el siglo VIII, un poeta desconocido escribió una oración en la que pedía a Dios que fuera su Visión, su Sabiduría y su Mejor Pensamiento de día y de noche.
En 1905, Mary Elizabeth Byrne, una erudita de Dublín, Irlanda, tradujo este antiguo poema irlandés al inglés. Otra erudita, Eleanor Hull de Manchester, Inglaterra, tomó la traducción de Byrne y la transformó en versos con rima y métrica. Poco después, se adaptó a una canción folclórica tradicional irlandesa, «Slane», llamada así por una zona de Irlanda donde, según se dice, Patrick desafió a los druidas locales con el evangelio.
Es uno de nuestros himnos más antiguos y conmovedores:
{Traducción literal}
Sé Tú mi visión, oh Señor de mi corazón,
Nada hay para mí sino lo que Tú eres.
Tú, mi mejor pensamiento de día y de noche,
Despierto o durmiendo, tu presencia es mi luz.
Por aquí les dejo una versión que encontré en Youtube, un arreglo de Steve Petit, con aires bastante irlandeses.
¡Hasta la próxima!